
Un tensiómetro es un instrumento que se utiliza para medir la presión arterial, es decir, la fuerza con la que la sangre fluye por las arterias. La lectura de un monitor de presión arterial se compone de dos números: presión sistólica y presión diastólica.
La presión sistólica es el primer número que se muestra en el tensiómetro y representa la presión máxima que se alcanza cuando el corazón se contrae y bombea sangre a través de las arterias. Por el contrario, la presión diastólica es el segundo número que se muestra en el tensiómetro y representa la presión mínima que se alcanza cuando el corazón se relaja entre latidos.
Es importante tener en cuenta que los valores normales de presión arterial varían según la edad, el sexo y otros factores como el estilo de vida y la genética. En general, se considera normal una presión arterial inferior a 120/80 mmHg. Los valores por encima de este rango pueden indicar hipertensión, mientras que los valores por debajo pueden indicar hipotensión.
Es importante tomar mediciones periódicas de la presión arterial para detectar posibles problemas de salud como la hipertensión, que es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares como un infarto o un derrame cerebral. Si tienes valores de presión arterial altos, es fundamental consultar a un médico para recibir el tratamiento adecuado y controlar tu presión arterial.
En resumen, el significado de los valores obtenidos en un tensiómetro es crucial para controlar la salud cardiovascular y prevenir complicaciones graves. Por tanto, es importante tomar medidas periódicas y seguir las recomendaciones médicas para mantener la presión arterial dentro de límites saludables.